Se trata de una magnífica obra realizada por el artista onubense José María López Vidal, la cual sigue fielmente los grafismos y la técnica de la acuarela que con gran soltura maneja el autor.
Para la descripción nos hacemos eco de sus propias palabras: «en un fondo nublado, del tono del hábito de nuestra Señora, aparece la virgen rodeada por una ráfaga de flores, algo que me llamó mucho la atención la primera vez que la vi en la calle. María aparece sobre querubines rojos y dorados aludiendo al escudo mercedario. Abajo aparecen dos Ángeles portando el habito nazareno, actual y fundacional. En toda la composición hay guiños a la Catedral de Huelva, sede donde reside dicha imagen; el hábito blanco y las cadenas de los cautivos, la llaga y el perro de san Roque, los diseños estofados de la Patrona, la Virgen de la Cinta, que recibe novena y función principal en dicha sede y los colores rojizos, verdosos y azulados que predominan en casi todos los retablos del templo son guiños a la pertenencia de dicho lugar y de lo poco que conservamos hasta nuestros días casi intacto».